Que nos quieren proteger, sin ser propensos al amor, que va a ser con dolor, cuando nos vengan a golpear. Que piden como quién no, ausentes del azar, que saben que en su milagro está el crédito de dios. Quien quiera ir a ver, que vaya, nomás, que ya lo deben esperar, sentaditos sobre el oro sucio. Si sienten el sabor no será su voluntad; el sabor de la tierra, ristras del mar y del sol. Escúchenlos mentir las crías, véanlos tomar las armas, sáquenles una foto, que no se escape la tristeza. Que desechan las canciones que atraviesan los reveses, que se embeben en las redes de las ganas del honor. Sinceros y humildes, amigos y queridos, saben que las risas bailan en los vestuarios. Que nos quieren proteger, sin ser propensos al amor, que va a ser con dolor, cuando nos vengan a matar.