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huracán cardinal

–¿Quién es? –dije con una voz valiente y fuerte, tratando de disimular el miedo y la incertidumbre que genera el timbre de tu casa a las cuatro de la madrugada.
–Buenos días, señor. Nosotros queríamos hacerle una pregunta. ¿Sería eso posible? –me dijo del otro lado.
–¿Qué querés? –respondí secamente.
–Le paso a contar un poco de qué se trata esto. Venimos de un lugar muy lejano, en donde no conocemos su estilo de vida, y mucho menos la ubicación de sus regiones, aunque sí pudimos informarnos de ello en la base de datos inalámbrica, pero no podemos ubicarnos. Necesitamos su ayuda. Queríamos que nos diga, ¿en qué dirección está Occidente?
Yo estaba con la oreja pegada a la puerta, y mis ojos querían verla también, pero no llegaban. Me di cuenta que, si intentaban tirarla abajo de un golpe, me tirarían a mi con ella. Pero debía contestar algo, y no había entendido nada de lo que dijeron:
–¿De dónde me dijiste  que venías? –traté de conseguir información, o tiempo, o algo.
–No se lo dijimos –me contestó rápidamente.
–Es una forma de decir. ¿De dónde venís? –estaba empezando a saturarme todo esto.
–Venimos de un planeta a muchos metros de aquí, –dijo, y se interrumpió de repente –muchos kilómetros, disculpe.
–Bien, bien. Decime qué es lo que querés, dale.
–Ya se lo dijimos, ¿en dónde queda Occidente?
–¿Qué Occidente?
–Occidente, el que aparece en sus libros, sus portales de información inalámbricos, en su historia. Queremos conocer ese lugar, pero no sabemos con exactitud dónde queda. Conseguimos un mapa plano de su planeta, en donde figura que lo que más al occidente se encuentra es lo que llaman América. Pero alguien nos dijo que a Occidente se lo considera a Europa, aunque Europa no figura en el occidente. Está en el centro de su mapa plano. Y, si nos guiamos por el mapa redondo, no hay occidentes ni orientes. Es más, no sabemos la razón por la cuál escogieron plasmar en el mapa plano que el occidente es América, el centro Europa y el oriente Asia, cuando en realidad podrían haber estado ordenados de cualquier otra manera, ¿no le parece? Si hacemos la misma pregunta en Asia, y nos responden que Occidente es Europa, señalándonos hacia el oriente, tendrían igual razón, ¿no es así?
Yo ya estaba en un estado difícil de explicar. Transpiraba, sentía una sobredosis de adrenalina que fluía por mi cuerpo, pero trataba de calmarme diciéndome que nada pasaba. Me acerqué nuevamente a la puerta, y dije:
–Váyanse, ahora mismo. Llamé a la policía, están a punto de llegar. Fuera de acá, fuera.

Se escucharon unos pasos que se alejaban, y me quedé unos minutos ahí, esperando. Me fui al dormitorio, me acosté y me quedé mirando en la oscuridad. ¿En qué dirección estaba mirando ahora? ¿Estaba mirando a occidente? Me moví y me puse boca arriba, pero ya nada podía calmarme. ¿Y ahora, seguiría mirando hacia arriba?, ¿o era abajo?, ¿o era oriente?

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