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ardor



Estoy acá, sentado en un sillón, no entendiendo bien qué hago acá sentado en un sillón.
Estoy acá y escribo,
quizás porque es lo único que me hace sentir.
ahora pienso
ya no quiero poner más signos de puntuación
no me sirven
en este momento
en el que no siento más que mis dedos escribir
lo único que me hace sentir
sé que hay frases que van a quedar sin sentido
sueltas
aisladas
y conectadas tal vez con otras que ni imagino
escribo porque siento entonces
qué siento
escribo en el ratito en el que ella se fue a bañar
sé que tarda veinte minutos
veinte minutos en los que quiero apagar
el incendio de mi pecho
la mierda de la vida
la música que no me llega
no me llega
no me alcanzan
veinte minutos
quiero que me llegue
quiero que me alcancen
no dejo espacio entre una idea y otra
todas se funden
todas me miran
me aprietan la cabeza
me dicen que siga
me dicen que no siga
me deshacen
y me hacen
el agua sigue cayendo
de los veinte deben quedar cinco
es tan fuerte la caída que me duele
me duele no saber
qué me duele
es una pregunta o es una afirmación
son las dos
ambas igual de hijas de puta
punto aparte
espacio en blanco
ni siquiera me cuesta la risa
me sale bien
me sale sincera
se escucha la canilla cerrarse
se escuchan los pies secándose
al menos me quedan las tildes
para entender qué digo
o que digo
no hace falta surrealismo para no corregir lo que se escupe
se necesita un dolor
y se necesita querer matarlo
qué seríamos sin dolor
solo una pelopincho de saliva
de somníferos suaves
un mundo de sonrisas cansadas
sostenidas por alambres incansables
agotados
un revoltijo de carne con madera dijo silvio
qué seríamos sin felicidad
bichos grises
sin llegar a negros
tapados de polvo
sin querer sacarlo de encima
una mole inerte
sin horizonte soleado para andar
somos esto
soy esto
sentado en un sillón
escuchando la toalla secar el agua de la piel
soy esto
evitando los signos
soy esto
llorando invisible
estrujando cada músculo
cada órgano
el corazón
que
sin embargo
no deja
de
latir

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